Piazzolla defiende a Julián Plaza

Julián Plaza era muy conocido en el ambiente del tango, porque -además de haber compuesto varias milongas muy tocadas, como ‘Danzarín‘ o ‘Nocturna‘– tenía trabajo constantemente como arreglador o instrumentador de distintas orquestas: la de Pugliese, o a veces la de Troilo. Y además era muy respetado por ser buena persona: buen tipo, muy macanudo, los amigos contaban siempre con él.

Ástor Piazzolla, no es secreto, era casi lo opuesto. Una personalidad arisca; no era fácil convivir durante las giras. En todo caso, Piazzolla apreciaba mucho a Julián Plaza.

En una ocasión estaban reunidos varios músicos de tango en un café – después o antes de tocar, o en el intermedio. Y uno de los tangueros empezó a hablar mal de Julián Plaza. Es famosa la reacción de Piazzolla: pegó un puñetazo fuerte en la mesa de café, volaron platos por el aire, el café cayó encima de la gente; y Piazzolla sentenció: «nadie va a hablar mal de ‘Placita’ adelante mío«. Fue un despelote – pero eso seguro; nadie nunca más le habló mal de Julián Plaza.

Esta anécdota circula oralmente en círculos del tango, seguramente con condimentos ligeramente distintos.

[Juan María Solare, Bremen, 11 de octubre de 2021]

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